15/10/12

20 tips para jóvenes emprendedores

15/10/12



Digan lo que digan, y a pesar de la crisis económica, Venezuela es un país de emprendedores. Sin embargo, es complicado tomar la decisión de salir de la zona de confort que significa trabajar para otros.
¿Eres emprendedor o mueres de ganar de empezar tu propio negocio?, ¿sueñas con ser un gran empresario y convertirte en una fuente de empleo? Pero, ¿estás consciente de lo que te viene? Estos 20 tips se me han ido ocurriendo durante mis primeros pasos en este maravilloso mundo del emprendedurismo y decidí compartirlos con ustedes. Si no están de acuerdo con alguna idea o, por el contrario, quieren enriquecer el contenido con sus opiniones… ¡Bienvenidos sus comentarios!

  • Para la mayoría de las personas, un joven emprendedor no es más que un tonto y muy arriesgado recién desempleado… ¡Hasta el día en que empieza a facturar! No te desanimes por las fuertes críticas de las personas más conservadoras y tampoco las contrataques: entiende que muchos están muy felices y conformes cobrando una quincena, cumpliendo un horario y que no les interesa independizarse. 
  • Es muy arriesgado, y más cuando no tienes padres adinerados que te sirvan de inversionistas, lanzarse al agua sin tener por lo menos cinco años de experiencia trabajando para otras personas. Ser empleado por un tiempo más que una necesidad es una obligación. 
  • ¡No peques por exceso de creatividad! Prohibido emprender en un área donde no tienes suficiente o ninguna experiencia. Conoce el producto o servicio que vas a ofrecer a la perfección, todos los procedimientos y afines. De lo contrario, hagas lo que hagas, te estarás encaminando irremediablemente al fracaso. 
  • Internaliza que saliste de tu zona de confort. Estimado amigo: ya no eres un empleado y por lo tanto no recibirás un sueldo en las primeras de cambio. Por consiguiente, no puedes mantener el mismo nivel de vida que tenías cuando eras un joven ejecutivo. Si no te organizas y no tienes una mentalidad ahorrativa, el dinero que tengas dispuesto para invertir se te irá en un dos por tres. ¡Arrópate hasta donde te llegue la cobija! 
  • Primero lo primero: registra tu empresa e inscríbete en todas las instituciones correspondientes. En este país, no hay nada más frustrante que los trámites burocráticos y lidiar con todos los maleducados funcionarios públicos. Si bien siempre buscarán la manera de retrasarte, se contradicen entre ellos y jamás te explican con detalles cuáles son los documentos que te faltan o cuáles son los errores de los documentos que tienes, está prohibido rendirse ante las trabas propias del registro. 
  • Registra tu empresa con un objeto amplio. Pídele al abogado que redacte el Acta Constitutiva de tal forma que puedas ejercer legalmente muchas más actividades de las que tienes previstas inicialmente. Así podrás crecer, diversificarte o simplemente irte por otro rubro sin la necesidad de enfrentarte a la temible burocracia. No importa que tengas que pagar más impuestos porque el Registro Mercantil te exija incrementar el capital. ¡Vale la pena! 
  • Elige bien a tus socios. El dinero no tiene amigos y las sociedades son tan o más dificultosas que los matrimonios. Luego de analizar el objeto de tu negocio, busca personas que sean expertas en su área y que realmente te puedan aportar algo. Jamás te dejes llevar por sentimentalismos. Tampoco te recomiendo que te asocies con tu pareja - sobre todo en estos años de juventud- porque irremediablemente se mezclaran las cosas y terminarás perdiendo tanto tu empresa como tu relación. 
  • Sé celoso con tu idea. No andes contando por todas partes lo fabuloso que es tu proyecto o el mucho dinero que vas a ganar con él. Si tienes buenas ideas y las andas divulgando a todo pulmón no te extrañes que alguien te las robe. ¡Sé discreto! 
  • Capital de trabajo. Es muy importante que cuentes con dinero suficiente como para financiarte a ti y a tus socios al menos los primeros seis meses. El comienzo es realmente duro y está lleno de altibajos, por eso es fundamental tener un fondo para los gastos básicos de los accionistas. 
  • Estructura y procesos. Para que proyecto sea perdurable en el tiempo es necesario que organices todos y cada uno de los procesos necesarios para el funcionamiento de la empresa. Igualmente, hay que establecer las descripciones de cargo, organigrama y el capital humano mínimo para arrancar. Si no tienes idea de cómo hacer esto pues no dudes en buscar ayuda de alguien de confianza. 
  • Ceder para vencer. Es natural que de vez en cuando no estés de acuerdo con tus socios pero a veces hay que ceder para conseguir el éxito. No siempre tendrás la razón. El diálogo es fundamental en toda decisión. 
  • Ecuanimidad ante todo. Cuando tengas ganas de abandonar el proyecto o de matar sin compasión a alguno de los accionistas, piensa ante todo qué es lo mejor para la empresa. El exceso de pasión es el enemigo número uno de la razón. ¡No seas visceral! 
  • Maneja realidades. Es natural que estés enamorado de tu proyecto y que estés convencido de que te va a ir bien. Eso sí, no caigas en lo que muchos llaman la fiebre del emprendedor y termines sumido en un lindo paseo por las nubes en lugar de trabajar para conseguir tu meta. Entiende que no te vas a hacer millonario en 15 días. ¡Paciencia! 
  • Delega y vencerás. Por más bueno que seas en tu especialidad siempre necesitarás apoyo para alcanzar los objetivos planteados. Organiza y divide las actividades entre tus socios en un principio y si no se dan abasto por la cantidad de trabajo empieza a crecer orgánicamente invirtiendo en capital humano. 
  • Asesórate por personas de confianza y de mayor experiencia. Probablemente tus padres, tíos o amigos más experimentados estén dispuestos a asesorarte desinteresadamente. Montar una empresa no es un juego y la ayuda, y si es gratuita mucho mejor, siempre es necesaria para un comienzo exitoso. 
  • La empresa no debe ser tu caja chica. Cuando empieces a facturar, no olvides que el dinero que genere la empresa no es una cochina para repartir mensualmente. No enloquezcas cuando las cuentas bancarias empiecen a llenarse de dinero. Trabaja con comisiones por contratos, sueldos comedidos o pequeños adelantos de utilidades. Ya habrá tiempo para tener un salario digno de un flamante empresario. 
  • Asume que eres autoempleado. En un principio no te quedará de otra que ser al mismo tiempo director, vendedor, recepcionista y mensajero. Serás un empresario con el paso del tiempo, cuando puedas tomarte unos días y el negocio siga funcionando, y facturando, sin ningún problema. Es más, estás destinado a atender llamadas, mandar correos y estar pendiente de tu celular casi las 24 horas al día. 
  • Si ya no eres estudiante conviértete en un estudioso. Asiste a cursos, seminarios, encuentros, foros, congresos, lee bibliografía especializada y está atento al Internet. En esta sociedad de la información y del conocimiento hay que estar alertas al bate ante los cambios y las nuevas tendencias. 
  • Horario de trabajo. Está bien, entiendo que no te vas a despertar a las 5 de la mañana pero tampoco peques por dormilón. Pon un horario cómodo y fijo para las actividades cotidianas. De esta forma verás como todo fluye más rápido. Yo, en lo particular, cuando trabajo en casa no lo hago en pijamas para evitar que la flojera y el sueño me traicionen. 
  • No te rindas ante el primer fracaso. ¿Llevas meses activo y no has facturado ni un centavo? ¿Te diste cuenta que tu idea no era tan buena como pensaste? ¡Ánimo! De los grandes fracasos se aprende muchísimo y la experiencia vale oro. Analiza los errores que cometiste con humildad y capitalízalos al máximo, de esta manera es más que seguro que en tu próximo proyecto serás exitoso.

Luis Enrique Medina Méndez
CCO de Conéctate: Soluciones Digitales

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